Berlín, 26 de julio 2017. Pascuala Ilabaca es una de las máximas exponentes de la prolífica nueva escena de cantautores chilenos jóvenes. Su música es de origen tradicional pero con la habilidad de incorporar matices más propios del jazz, el pop y el rock e influencias obtenidas en lugares lejanos como la India o México. Actualmente, Pascuala Ilabaca está de visita en Alemania y dará conciertos en Düsseldorf (29 de julio, Jazzschmiede), Kassel (1 de agosto, Sandershaus) y Berlín (5 de agosto, Haus der Kulturen der Welt).
Pascuala Ilabaca se interesó por la música desde muy pequeña. Estudió en la Universidad Pontificia de su ciudad natal, pero enseguida entendió que debía desligarse de las reglas excesivamente estrictas que le imponían sus profesores. Ya en su debut discográfico “Pascuala canta a Violeta” (2008), lleno de canciones basadas en el folclore chileno, se incorporó una tabla hindú y guitarras eléctricas. “Pascuala canta a Violeta” era un homenaje a Violeta Parra, su gran inspiración, y un ejercicio de recuperación de los sonidos tradicionales de su país. Este hecho convenció a la entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para invitarla a la gira que hizo por la India, país donde Pascuala Ilabaca había vivido de pequeña.
Convencida de la necesidad de investigar en la improvisación y ampliar sus herramientas musicales, Pascuala Ilabaca se instaló nuevamente en la India durante un año para profundizar en los sonidos y ritmos de ese país asiático. De aquella experiencia nacieron dos discos, ambos publicados en 2010. El primero, “Perfume o Veneno”, lo grabó con su proyecto paralelo Samadi y estaba fuertemente influenciado por la música hindú. El segundo, ya grabado junto a su Fauna, se titulaba “Diablo Rojo, Diablo Verde” y se adentraba en sonidos más puramente chilenos como la cumbia, el trote o la cueca. Sin embargo, no renunció a añadir ingredientes propios de recetas más actuales, algunas tan alejadas del folclore como el drum’n’bass.